Ya dejé caer las hojas que acolchonaron mi verano.
Cayeron.
Dejame estar quieta acá,
como el árbol desnudo que soy,
que aunque tiritando de frío,
encuentra en su piel
su esencia.
Cayeron.
Dejame estar quieta acá,
como el árbol desnudo que soy,
que aunque tiritando de frío,
encuentra en su piel
su esencia.
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