Nace, y tu piel siente el cariño del suave brillo del naciente amor.
Resplandece tímidamente sabiéndose soñado pero jamás esperado.
La noche olvida su rastro y opaca la vista, pero el vibrar de su acercamiento hace levantar el velo para deslumbrarse con su luz.
Una vida, mil vidas.
Volverás a despertar cada mañana.
Porque no sos vos ni yo quien despierta,
es su propio reflejo en la tierra quien lo espera,
porque vida es y será siempre.
Resplandece tímidamente sabiéndose soñado pero jamás esperado.
La noche olvida su rastro y opaca la vista, pero el vibrar de su acercamiento hace levantar el velo para deslumbrarse con su luz.
Una vida, mil vidas.
Volverás a despertar cada mañana.
Porque no sos vos ni yo quien despierta,
es su propio reflejo en la tierra quien lo espera,
porque vida es y será siempre.
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